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Dado historias + Untold: El desierto de los mapaches y los gatos



La entrada se ha actualizado. EP 3.

Este proyecto fue realizado con la herramienta/juego Untold: Adventures Await y los Rory's Story Cubes. No es un ensayo ni un post hecho para leerse como una novela ni nada parecido. Son notas del proyecto de prueba.

Palabras: 3699.

 Ep 0 - Piloto. El desierto

Ambiente: Un pueblo del Viejo Oeste donde un grupo de vaqueros y villanos, Gatos y Mapaches, han interferido en los planes de los otros aumentando su enemistad mortal.

I. En un desierto. Los gatos robaron algo importante que les pertenecía a los mapaches

Un grupo de gatos cruza a toda velocidad el desierto en su carreta hacia su guarida. Cargan un botín y se aseguran de que nadie los siga.

Mientras tanto en el pueblo, otro grupo de gatos llega al bar. Los mapaches beben y juegan. Notan su llegada. El aire se tensa. Los mapaches están furiosos y uno se levanta a enfrentar a los gatos.

Tiran las mesas y sillas y desenfundan sus armas. El jefe de los mapaches se pone al frente de su pandilla de mapaches y mira a los ojos al gato que comanda al grupo.

II. En el banco del pueblo. Botas, un gato caza recompensas se esconde en el tejado. Botas es aliado de los mapaches y vino a robarse algo importante. Odia a los gatos porque lo traicionaron. Su motivación es vengar un suceso de su pasado, además del dinero y la aventura. Es un gato ágil y un gran duelista.

Bajo el sol de medio día, Botas espera el momento indicado para entrar al banco por el techo de madera para robar una bolsa especial de la bóveda privada.

III. En el banco del pueblo. El shérif y sus alguaciles persiguen a Botas. La alarma del banco estalló. No saben quién es el ladrón. El shérif cree que ha encontrado el rastro del ladrón pero solo da vueltas alrededor del banco. Botas logra escabullirse con el botín. Tras saltar entre los tejados decide bajar por un callejón y salir a la calle principal. Se dirige al bar.

IV. La bolsa que Botas robó del banco es algo muy importante. En una oficina del banco, una pata corpulenta azota contra un escritorio y lo parte por la mitad.

V. Botas llega tranquilamente al bar para ver a sus amigos mapaches y escucha alboroto en el interior. La pelea comenzó. Gatos y mapaches se insultan, se arrojan objetos y disparan de un lado a otro del bar. El cantinero odia a ambos grupos pero intenta no meterse. Solamente los insulta cuando rompen sus vasos o ventanas. Intenta evitar que los clientes salgan heridos o que alguien se meta a la pelea.

Flashback. Hace años, Botas era músico, y tocaba con el pianista del bar del pueblo. Por lo que son viejos amigos y siempre se apoyaron. Con el tiempo, Botas se dedicó a buscar criminales (y a ser un criminal) por lo que dejó de tocar con su amigo. Siempre que puede deja una moneda en el frasco de propinas de los músicos del bar, así apoya a su amigo. Es normal que, cuando Botas ha bebido demasiado, se una a tocar con su amigo en el piano o con la armónica. Aunque no siempre es bien recibido en el bar, los clientes saben que tendrán un gran espectáculo cuando Botas se sube al escenario.

V. Continuación. Cuando se abren las puertas del bar, la pelea se detiene por un momento. Tanto gatos como mapaches, como el cantinero, las meseras y el pianista se asombran al ver la sombra que se proyecta sobre el piso. Todos exclaman. "¿Botas?". 

Botas se queda mirando la escena y arroja una charola metálica que encuentra en una mesa cercana hacia uno de los gatos que había salido de detrás de una mesa volteada y que usaban como barricada. Tras un sonido sordo, el gato cae al piso. Los mapaches exclaman y Botas se une al duelo.

Desde la parte de arriba, un gato sigiloso le apunta a Botas, pero el pianista lo ve y le arroja el banco del piano. El gato cae inconsciente. Después de un par de disparos más y objetos arrojados. Los últimos gatos quedan neutralizados. Los mapaches los amarran y los revisan. Ninguno tiene lo que les robaron. Tampoco muestran pistas de a dónde podrían haber escondido el botín.

Ep 1. El secreto del cañón

I. El viejo puente a las afueras del pueblo. El banquero del pueblo viaja en un carro elegante por el vejo puente. Lleva un maletín de cuero. Lo sostiene con fuerza, parece ser algo importante. Botas lo sigue desde la ladera de las montañas. Justo cuando se dispone a saltar sobre el carro, aparecen 5 bandidos en su camino. 

Los bandidos son más rápidos que Botas. Incluso con sus habilidades de duelista solo logra acertar 3 disparos. La persecución está en contra de Botas. Dos de los bandidos le cierran el paso y uno le dispara en el brazo izquierdo. Botas hace uso de su agilidad y logra escaparse de los bandidos. Logra ocultarse bajo una gran roca en una apertura estrecha. 

II. El jefe de los bandidos corre para alcanzar al carro. El banquero se asoma molesto y le dicen que perdieron a Botas. Furioso, el banquero toma al bandido del cuello y lo mete al carro. Cae al piso del carro. El banquero le grita furioso al bandido y le dice que por su culpa sus planes para destruir al pueblo tendrán que retrasarse. Botas le robó las joyas y el oro con el que pensaba pagar y financiar la destrucción del pueblo. Ahora debe usar lo que los gatos robaron a los mapaches para cumplir con su macabro plan.

Al terminar su colérica explicación, el banquero abre la puerta del carro y arroja al bandido por el camino. Su banda se apresura a levantarlo. El carro se aleja por el camino polvoroso hacia las montañas.

III. La noche se acerca y Botas está herido. Debe encontrar refugio para poder curarse y comer. Sabe que hay una vieja mina en el cañón que podría servirle de refugio, pocas personas la conocen. El aire comienza a soplar fuerte, parece que se acerca una tormenta de arena. 

Dos de los bandidos siguen el rastro de Botas por el desierto hacia el cañón.

Desde la cima de un risco, en un túnel de la vieja mina abandonada, Botas ve la luz de dos linternas avanzando por el cañón. Tiene la ventaja. Ve que son dos de los bandidos que lo atacaron en la tarde. Desde su posición ventajosa decide dispararles. Su brazo herido no lo ayuda. Le da a uno en la espalda. Su arma se traba y debe esconderse. Los bandidos saben que él está cerca y buscan señales de su presencia. Decide internarse en la mina. El bandido que no fue herido descubre una vieja vía oxidada bajo la arena.

IV.  El banquero envía a uno de los bandidos con una carta. El bandido se pierde de vista a la distancia en el camino y el banquero sonríe. Su plan está listo. 

V. Botas intenta quemar una raíz para enviar una señal a los mapaches. Logra comenzar a quemarla pero el viento aumenta y la arena apaga su fogata. 

Aparecen 5 sombras sobre el cañón. Son bandidos que llegaron a exterminar a Botas. Uno de ellos es el bandido que sobrevivió a la emboscada en el cañón.

Botas tiene ventaja por su posición. Pero el humo de la fogata lo delata. Logra empujar unas rocas para evitar que lo ataquen de inmediato. Los bandidos deben evitar la avalancha de rocas. Consigue ocultarse detrás de una roca de gran tamaño, pero está atrapado entre la roca y la pared de la montaña. Los bandidos tienen armas más poderosas y más municiones. Botas debe hacer que cada tiro cuente. Se asoma por debajo de la roca y con su gran habilidad de duelista logra derribar a uno de los bandidos. Pero su agujero de ventaja recibe una lluvia de balas que lo deja inutilizado. Los disparos rebotan sobre la pared de la montaña y pequeñas rocas comienzan a desprenderse. El viento aumenta. El polvo y arena que se acumulan en el aire comienzan a molestar a Botas y a los bandidos. Botas corre por la ladera hacia la entrada de un túnel de la vieja mina. Gracias a su agilidad logra la hazaña. Los bandidos son muy lentos para él.

Deciden acorralarlo y comienzan a disparar hacia el túnel. Botas arroja una gran piedra y logra confundir a los bandidos por un momento. Le atina a otro. El viento hace casi imposible que los bandidos avancen.

Botas logra darle a otro de los bandidos, pero este logra disparar su rifle hacia el túnel. La bala golpea los soportes podridos de madera y los rompe. El túnel comienza a colapsar. Botas logra huir del colapso. El último bandido en pie quiere huir. Botas lo conoce. Es un gato. Le habla desde atrás de un viejo carro de carga de la mina. Le dice que pueden refugiarse de la tormenta en uno de los túneles y que debe escucharlo. El bandido lo escucha, pero le dice que jamás aceptará la ayuda de un traidor. Prefiere enfrentarse a la tormenta y huye para avisarle al banquero lo sucedido. Es la segunda vez que el bandido sobrevive al cañón.

La tormenta se vuelve feroz y Botas corre hacia el túnel. El colapso y la tormenta debilitaron la entrada de la vieja mina y Botas queda atrapado.

Ep 2. Ratas

I. Después del derrumbe en la vieja mina, dos ratas mineras salen por uno de los túneles más profundos hacia la entrada de la mina. Botas yace en el piso cubierto de escombros. Las ratas lo desarman y lo arrastran por uno de los túneles hacia su madriguera. Herido, Botas intenta liberarse de las ratas, pero lo noquean. Llegan al fondo de la mina a una gran galería donde atan a Botas contra una estalagmita. Botas se queda dormido.

II. En otra galería en la vieja mina. Una rata corpulenta abre un sobre con el sello del banco. Saca billetes y una carta. La rata lee la carta y sonríe. Llama a dos de sus ratas y abren una caja de provisiones. La rata deja la carta y sostiene un casco rojo. El casco pertenecía al viejo líder de las ratas. El banquero se deshizo del viejo líder y les dio la propiedad de las minas. Ahora las ratas trabajan para el banquero.

III. En la galería. Botas escuchas ruidos y aparecen las dos ratas. Lo miran y se ríen. Botas intenta soltarse y solo consigue que lo golpeen más. Arrastran a Botas por un túnel y entran a un pequeño espacio que tiene los muros cubiertos con madera vieja. Una rata enorme con casco rojo lo mira. Señala la carta del banquero. Botas contempla el sello mientras una de las ratas lo golpea. Queda inconsciente. Después de un tiempo, Botas recupera la consciencia poco a poco. Las ratas lo arrastran por un túnel, húmedo. Botas escucha el caudal de un arroyo cerca. Las ratas giran en el túnel y se incorporan a un túnel más grande, por el centro cruza un arroyo de desagüe de la vieja mina. La corriente es fuerte. Al final del túnel se ve la luz. Botas apenas puede ver cuando de un empujón las ratas lo arrojan al caudal.

IV. El jefe de las ratas estaba harto de tener que lidiar con los asuntos del banquero, por lo que decidió deshacerse del prisionero que le habían encargado. Si lo arrojaba por el drenaje llegaría cerca del campamento de los gatos. Así que ellos podrían hacerse cargo. El jefe de las ratas estaba decidido a no dejarse dominar nunca más por lo que también atacaría algunos puntos estratégicos del pueblo.

Flashback. En el desierto. Los mapaches buscan el rastro de Botas ya que no regresó con el botín. Spinach, la mapache más joven del equipo y la fanática número uno de Botas olfatea el aire cálido del desierto. “Basura”. Susurra. Otro de los mapaches la mira y le pregunta: “¿Qué más esperabas oler?”. Ella le pide que olfatee el aire otra vez. El olor es familiar y deciden seguirlo. Saben que Botas está cerca. Pero una tormenta de arena comienza a soplar con violencia. Entre la nube de polvo ven a un gato escapando. Es uno de los bandidos. Los mapaches deciden refugiarse entre las rocas. Cuando la tormenta pasa avanzan y descubren el colapso en la vieja mina.

La banda de mapaches decide acudir con el shérif para contarle lo sucedido. El shérif está siguiendo la pista del banquero y con la historia de los mapaches logra conectar todos los puntos. primero se queda pensando si Botas es en realidad tan malo como algunos lo pintan. Spinach saca de su bolso de viaje una llave dorada. El Shérif se queda sin aliento. ¿Cómo conseguiste esto, niña? Su mirada se vuelve adusta. Spinach le dice que es o que Botas había robado el día en que lo persiguieron. El shérif toma la llave y decide salir detrás del banquero. Los mapaches se unen a su búsqueda.

V. A las afueras del pueblo. Un chorro de aguas de desperdicio cae como cascada cerca de la salida del pueblo. Botas es expulsado de un tubo de piedra hacia una laguna de aguas negras rodeada por un cañón.

Herido, logra ponerse de pie y nada hacia la orilla. Cuando llega a la orilla se desploma. Dos gatos bandidos aparecen, lo miran y lo amarran. Lo llevan a su campamento. 

En el campamento de los gatos bandidos. El banquero espera impaciente en una tienda de telas rotas. Un gato enorme llega cargando una caja fuerte vieja. De un golpe abolla una cara lateral y la puerta se abre. Adentro solo hay sobres con papeles. El banquero está feliz. Los gatos entran con botas.

Harto de Botas, el banquero le pide al jefe de los bandidos que lo ate a la caja y que lo tire del carro mientras cruzan el puente de regreso al pueblo. Botas intenta liberarse pero sus heridas se lo impiden. 

En el viejo puente. Un carro elegante se dispone a cruzar el puente. El banquero viaja con su guardaespaldas gato, que viste elegante. Los acompaña en la parte trasera el jefe de los bandidos. Y al frente van dos bandidos armados. El puente parece tranquilo y avanzan sin problemas. Justo antes de llegar a la mitad del puente una roca golpea al gato que conduce el auto.

El banquero vocifera y el jefe de los gatos baja la caja del auto con botas atado a ella. Detrás del carro aparecen dos mapaches que logran dispararle a uno de los gatos al frente. Está herido. Baja del carro y se coloca junto a la estructura del carro. El otro gato rodea el carro. Les dispara a los mapaches, pero ellos tiene una mejor posición y evaden el disparo.

Los dos mapaches disparan de nuevo y logran derribar a los dos gatos. El jefe de los gatos se lanza sobre uno de los mapaches y lo arroja por el puente. El otro mapache dispara pero falla. Al frente aparecen otros dos mapaches. Del carro sale un gato armado y se deshace del mapache que está detrás del carro. Los dos mapaches al frente disparan y fallan. El gato guardaespaldas lanza su cuchillo contra uno de los mapaches al frente y lo hiere. 

El banquero grita ordenes desde dentro del carro.  “Arrójalo ya, quiero llegar a cambiar estos viejos papeles para destruir el asqueroso pueblo”. Guarda los papeles en su maletín de cuero. El shérif se posa frente al carro y se anuncia. “Eso cuenta como una confesión”. Grita.

El jefe de los gatos deja la caja y sube al carro. El guardaespaldas dispara contra el shérif y los mapaches que deben cubrirse. El jefe de los gatos pone la marcha en reversa, el auto comienza a correr hacia atrás. Golpean la caja fuerte que se acerca peligrosamente a la orilla. Al pasar el gato guardaespaldas empuja la caja hacia el vacío.

Tras un intercambio de disparos, el banquero, el jefe de los gatos bandidos y el guardaespaldas huyen. Todos se preguntan dónde está Botas. Spinach logró escabullirse para liberarlo y lo llevó a unas rocas del otro lado del puente donde intenta ponerse de pie.

El shérif se para en medio del puente y ve el carro alejarse en una nube de polvo.

Ep. 3 El fantasma 

I. De noche, en el pueblo. La gente grita a fuera de la comisaría. Hay disturbios e incendios cada noche y quieren que el shérif y sus hombres lo solucionen. El shérif sale de la comisaría e intenta calmar a la gente. Lo escuchan, pero exigen que trabaje. Los hombres del shérif buscan al banquero. Botas se recupera en el pueblo, está oculto. Los mapaches se reagrupan y planean cómo salvar al pueblo. Patrullan de noche para saber quién está creando los disturbios, pero no logran ver a nadie.

II. La sombra de un gato le da una bolsa de dinero al dueño de un almacén del pueblo. Luego, sale por la parte de atrás y baja por un agujero cubierto por un barril. Un mapache lo ve y corre a la oficina del shérif. en la oficina del periódico suena el teléfono del editor en jefe. En la mañana, el periódico publica una historia sobre la ineptitud del shérif ante los disturbios.

III.  En la sala del ayuntamiento. El pueblo convocó una reunión con el alcalde y el shérif. Todos acusan al shérif por no poder mantener el orden y el alcalde lo suspende. El shérif se va con los mapaches y se lleva las llaves de la comisaría. El alcalde pone a un gato como shérif provisional pero los disturbios continúan. El grupo de mapaches decide vigilar los lugares conocidos de los gatos y van al viejo puente. Los bandidos cruzan el puente con bolsas y cajas. Spinach está en una saliente y se asoma. Tropieza y cae al camino. Un bandido la ve y la atrapa. Los mapaches no pueden hacer nada y ven cómo se la llevan.

IV. En una cueva iluminada a la luz de velas grandes, suena un teléfono. El jefe de los gatos bandidos contesta la llamada. Escucha atento sus órdenes. El plan está listo.

V. En un túnel, el shérif persigue a caballo al carro del banquero. En una sección oscura y en una curva el carro desaparece. El shérif incrédulo desmonta. Revisa el piso y nota marcas que terminan en la pared de roca del túnel. A la distancia escucha las ruedas del carro.

El shérif se dirige a la guarida de los mapaches para contarles lo que vio. Al llegar encuentra a todos los mapaches armados y listos para salir. Botas los acompaña. El shérif les cuenta lo que vio y deciden mejorar el plan. Un grupo acompañará al shérif y a Botas a la guarida y los demás vigilarán el pueblo mientras se esconden en los tejados.

En el túnel, el pequeño equipo de rescate está ansioso. Se acercan con cautela y sigilo a la pared de roca. Escuchan voces. Cuando las voces se apagan, los mapaches empujan una roca que se mueve con facilidad. La cubierta es de una estructura ligera de madera adornada con rocas naturales y un mecanismo sencillo con ruedas. La cierran con cuidado. Dentro, hay una amplia galería de roca y una puerta de barras metálicas. Hay dos gatos guardianes sentados sobre barriles y juegan a las cartas. Botas hace uso de su agilidad y sigilo para escabullirse por detrás de los guardias. Los ataca sin que puedan darse cuenta y los deja inconscientes. El grupo se acerca. Atan a los dos guardias y los amordazan. Botas abre la puerta metálica con su garra y su habilidad para abrir cerraduras complejas. 

Al entrar, se encuentran en un pasillo oscuro de techo bajo, a sus lados hay rejas metálicas que dan a distintas bodegas. Algunas contienen cajas y sacos, otras, viejos carros de mina y materiales. Alcanzan a ver una luz al final del pasillo. Cuando se acercan se encuentran con otra galería. A sus lados ven lingotes de oro apilados detrás de las rejas. Hay una puerta metálica abierta y escuchan ruido. De la nada los sorprenden tres ratas enormes. Son las dos ratas que arrojaron a Botas por el arroyo y el jefe de las ratas con su caso rojo.

Se quedan viendo y no se mueven. Al fondo del pasillo se escucha un maullido de alerta. Aparecen cuatro gatos armados y comienzan a disparar. Las ratas, los mapaches, el shérif y Botas se colocan detrás de las pilas de lingotes. El jefe de las ratas les dice que están hartos del banquero y su jefe y que sabían que Botas les sería útil algún día. “Sabemos a dónde tienen a la pulgosa”. Les dice. Los mapaches deciden ir con ellos a salvar a Spinach para reunirse con el shérif y Botas más tarde. Las ratas los ayudarán.

Se internan por el laberinto de rejas y puertas. Los bandidos siguen disparando, pero deben hacer una pausa para recargar. El shérif sale primero y Botas lo cubre. Alcanzan a un bandido, pero uno de ellos la había recargado y le da al shérif en el brazo, solo es un roce. Logran deshacerse de otro de los bandidos cuando desde el fondo de la galera se escuchan pasos. Una figura cobra forma entre las sombras. “Bravo, bravo, bravo”. Dice la figura mientras aplaude entre cada palabra. Su voz es grave y áspera. Los bandidos dejan de disparar y se ríen. La luz ilumina a la figura. Es el gato que sobrevivió al ataque de Botas y a la tormenta del desierto.

“Botas, bienvenido”. Dice la figura. “Qué modales los nuestros”. Golpea a un bandido y lo hace enfundar su arma. “Adelante, los estábamos esperando. Tu hermano muere por verte”. Los bigotes de Botas se erizan. Se pone de pie y, sorprendido, el shérif lo sigue. Ambos enfundan sus armas y salen al encuentro del bandido.